domingo, 18 de mayo de 2014


Mis musarañas

No existen escaleras que lleguen hasta la luna
ni crecen en esta espalda unas alas que me vuelen.
Las naves pasan de largo a este árido satélite
que brilla cada noche sin luz propia.

Estoy sola, aquí sentada
sin tener idea alguna

de cómo tocar tierra otra vez. 

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